martes, 6 de septiembre de 2011
La balada de Segismundo
Al llegar la noche oscura
tras el día que me hiere
en el sueño que me cura
hablo yo con dios Morfeo
y le pregunto con premura
¿no me digas que fue un sueño?
te lo digo y te lo afirmo
es del sueño su textura
tus angustias tus temores
y los rostros que besaste
como nubes de ilusiones
fueron pompas de jabones
las medallas los honores
y las risas que escuchaste
los sonidos los colores
tus ideas y emociones
y los versos que entonaste
de la Muerte son jirones.
- C -
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Es que hay ensoñaciones
ResponderEliminarque dejan puertas abiertas
y vuelven cuando despiertas
sin contar sus intenciones...
si reales, o invenciones
que de los sesos te salen,
y que esperas que no calen
por no variarte la mente
convirtiéndote en demente
si es que creerlos, lo valen…
“Morir es soñar”, un danés
le dijo a una calavera,
esa vez que le dijera
“ser o no ser”... Y el revés
que su mirada a través
consiguiera vislumbrar,
fuera el ponerse a pensar
que el soñar fuera peor,
y el sueño fuera un horror
incapaz de soportar…
¡Caray, qué bueno! Es un gusto venir a este blog. No sólo disfruta una de los versos del Administrador, sino también de los de los lectores.
ResponderEliminarMis felicitaciones a ambos. Buenísimos, buenísimos.
O dicho en otras palabras: La vida es un sueño. Lo constante la muerte. Hay de aquel que no lo recuerde. Triste realidad.
ResponderEliminarMuy bueno, como siempre.
Como dice S.Cid, es un gusto pasar por este blog, tambien los comentadores son poetas.
Besos.
Mi querido Impertinente
ResponderEliminarme ha lanzado usted un poema
que es de sobresaliente
ha bordado vos el tema
que lo sé de buena fuente.
Gracias amigo por pasear su ingenio por mi blog.
A mis otras dos visitantes, manifestarlas mi gratitud por sus siempre brillantes comentarios y su fidelidad a esta casita de letras.