Atendedme , os lo suplico, Melibea
sol radiante ,diosa en carne, mi Atenea
tal hechizo en mí ejerceis ,Señora
por vos eterna es mi demora
sois divina arquitectura, y portentosa
sólo un fallo en vos se posa
no le pido que lo asuma
¿Por qué cuando hablais,cosicosa
el encanto va y se esfuma?
Oh Polonio, que tormento
es vivir con éste fuego
que su verbo, en un momento
del amor ha puesto en juego
y mayor es mi lamento
yo,que al verle frente a frente
pues así tan de repente
el Amor tornose ausente.
- C -
Los dioses Bromas Hacen al Mortal,
ResponderEliminarQue se Acerca a Pedir, a su Portal.
Crean Bellezas Mil,Pero Su Gusto
a Veces, es Burlarnos, con un "Busto"
Que Hueco Esté de Todo Sentimiento...
Que Tal es la Semilla, de Todo Sufrimiento.
Afrodita Imagina, Con Voz de una Gorgona...
O un Apolo Sin Arco, con Mirada Simplona.
Contempla y Obra.La Acción, NO CONDICIONA.
Buenos Versos Hermano Carlos.
Abrazo.
Brindis por Más TOCAR y Menos HABLAR.
Aplauso
y
¡¡RIAU RIAU!!
Oh Polonio... Me han encantado estos versos.
ResponderEliminarSaludos
Hermoso poema, Carlos.
ResponderEliminarUna Melibea ardiente (supongo, la amante de Calisto)abrasada por el fuego de la pasión que atizó Celestina, la vieja alcahueta, que en el alcabor se transformó en humo.
De la brasa a la pavesa, del amor engañoso al desengaño que proporciona una diosa: guerrera y sesuda como Atenea, caprichosa y sensual como Afrodita.
Un hermoso poema, Carlos.