¿No es cierto, dulce Leonor,
que a las tierras de Castilla
un mal aflige y mancilla
y se respira un hedor ?
Ya no hay monjas que seducir,
todas son del lupanar
no hay tierras que conquistar
ni Dios por el que morir,
sin Ideal para bregar
así el vivir es vegetar
No soy Tenorio ni Zorrilla
pero llevo tu mirar
en el alma como astilla,
que aquí vivir sin amar
es negro sueño y pesadilla.
- C -
Bien Rimado el Dulce Afán,
ResponderEliminarCon Que Cantas a Leonor.
Conserva Puro El Amor,
Y El Valor, Como Don Juan.
Que A Este Lupanar, Le Dén,
Pronto El CIERRE Merecido
Y Pague Tanto Bellido,
Asesino Y Malnacido,
Con Garrote, Su Desmán,
¡Y Al Infierno Bien Cocido!
Saludos Poeta Hermano.
Y Respecto A Tu Leonor,
Con El Chambergo En La Mano,
Vá Reverencia En Su Honor.
Y Como Ya He Terminau,
Aplauso, Abrazo, Brindis y ¡¡RIAU RIAU!!
No solamente Castilla, sino España entera
ResponderEliminarya no es fértil pradera sino un erial asfixiante,
un tumor vegetante con dolor terebrante
que a doña Leonor consuma, como Zeus a Europa.
Un Don Juan que promete y vilmente somete,
sin estoque, sin punta, solamente palabra;
palabra vacía que enamora y contunde como espada,
como bomba explosiva que quiebra la mente.
Lupanar indecente que viola a la monja, que ya no existe;
Violación de la vida y la muerte, que se confunden
en un ritual intranscendente preñado de cifras,
ni siquiera doliente; estado intermedio entre ambas.
España caída de Donjuanes, de monjas ausentes o viejas;
España herida por espadas invisibles que cortan el tejido con bisturí de cirujano inepto;
España ya sin cementerio donde morir, sin Don Juan, sin Tenorio, sin gracia:
EXPAÑA.
Pues yo también he terminado, no sin antes elevar una enhorabuena para tí, Carlos, y para nuestro amigo común, Old.
Saludos a ambos.